El café está listo. Con la mesa despejada y el zarandeo de la lavadora de fondo, arrío velas y persianas buscando la calma precisa para deshojarte. Me quiere, no me quiere… y voy conquistando embelesada el regalo que me han hecho en esta tarde de domingo. Un rato libre para encontrarme contigo. Ponte cómoda, anda. Hasta dentro de unos días no compartiré el relato que me susurraste… ¿preparamos un aperitivo mientras tanto?
4 comentarios:
Me apunto al aperitivo para abrir boca.
Es genial imaginarte escribiendo, me encanta. Es un momento íntimo, gracias por compartirlo.
Pía.
Me encantan los aperitivos...
Ay... te veo en cada palabra. Tierno, delicado momento. Estoy a punto de recrear la escena de serenidad y tranquilidad que describes.
Precioso, con sólo dos palabras consigues un momento precioso y deseado.
No supe que decir!
Arrojo letras solo indicar de algun
modo tangible el impacto que me dió
r.lara
Publicar un comentario