LA CARICIA


Escuché el estruendo en el preciso instante en el que te buscaba entre aquella cortina de agua. Llovía a mares. A duras penas podía mantenerme en pie, el barro lo llenaba todo, y lo que quedaba de nuestra cosecha, se lo había tragado el agua. Las gotas caían apresuradas por mi cara y escalaban mis pestañas, cegándome. No te veía. Habías salido delante de mí, turbada por tanta lluvia, dispuesta a salvar lo poco que nos quedaba por perder.
Hacía ya más de dos días que el cielo escupía desafiante, las carreteras estaban cortadas, y el puente que unía nuestra Aldea con Sukkur, se había desplomado sobre el río. Llevábamos incomunicados ya dos días, y los alimentos y el agua empezaban a escasear. Todo eso te había impulsado a salir corriendo. Te dije que no lo hicieras. Que esperaras a que parara un poco. Pero nunca se te dio bien esperar.
De pronto lo oí, un sonido fuerte, abundante. Una explosión que me arrastró irremediablemente. El agua me envolvió en sus brazos y me alejó de ti.
Traté de pensar, de actuar, de no dejarme llevar por el pánico que se iba instalando entre los pliegues de mi alma. Luchaba por mantener la cabeza fuera del agua -turbia, y tenaz-, para poder respirar y mantenerme con vida. Pero las fuerzas me iban desamparando. Aquello era más fuerte que yo. Me dejé ir -perdóname-, y me enredé en mi propia vida con sus imágenes luminosas.
Y entonces sucedió. Te vi. Los brazos ligeramente abiertos, tu vestido flotando en dulce compás con las aguas, y esa sonrisa cómplice y plácida coronando tu rostro. Ya no mostrabas la desesperación que te acompañó esta mañana, cuando saliste a exigirle al cielo una explicación. Te vi. de pronto, clara y nítida. Alargaste la mano, y me acariciaste el pelo, suave.
El estruendo había dejado paso al silencio.

4 comentarios:

Zuri dijo...

Brrr.... escalofrío....

Belén dijo...

Si la lluvia te inspira, espero que seas feliz con esta semana :)

Besicos

Raúl dijo...

La fuerza de la naturaleza, a todos los efectos, es inabarcable.

nere dijo...

"Me deje ir -perdóname-... " es la frase de tú relato que más me ha tocado. Me deja de piedra, es muy real, preciosa, sincera. La vivo como sí fuera el personaje, " me dejé ir -perdóname-" .Impresionante historia. me encanta.
Gracias.